Modelo Didáctico Tradicional.
La mayoría de los modelos tradicionales se
centraban en el profesorado y en los contenidos. Los aspectos metodológicos, el
contexto y, especialmente, el alumnado, quedaban en un segundo plano.
El modelo didáctico tradicional pretende
formar a los alumnos dándoles a conocer las informaciones fundamentales de la
cultura vigente.
Los contenidos se conciben desde una perspectiva
más bien enciclopédica y con un carácter acumulativo.
El conocimiento escolar sería una especie de
selección divulgativa de lo producido por la investigación científica, plasmado
en los manuales universitarios.
Es característico este modelo por determinadas
costumbres como el castigo físico, los modales rancios y desfasados, los
métodos de enseñanza acientíficos basados en el mero verbalismo y la
repetición, los libros con contenidos demasiado anticuados con respecto al
desarrollo científico, el mobiliario arcaico y el ambiente arquitectónico
disfuncional y por supuesto, los antiguos planes de estudio.Uno de los
problemas principales que se puede plantear en relación con este enfoque es la
dificultad para relacionar las lógicas tan distintas del conocimiento
científico y del conocimiento de los alumnos; pero, de hecho, esto no llega a
ser un problema para esta perspectiva, ya que no tiene en cuenta el
conocimiento de los alumnos ni como punto de partida ni como obstáculo para la
construcción de nuevos conocimientos.
Otro problema, conectado con el anterior, sería si
se puede considerar el conocimiento científico como el único referente
epistemológico para el “conocimiento escolar”.
Modelo didáctico tecnológico.
La búsqueda de una formación más “moderna” para el
alumnado conlleva la incorporación a los contenidos escolares de aportaciones
más recientes de corrientes científicas, o incluso de algunos conocimientos no
estrictamente disciplinares, más vinculados a problemas sociales y ambientales
de actualidad.
Se integran en la manera de enseñar determinadas
estrategias metodológicas o técnicas concretas, procedentes de las disciplinas.
Se suele depositar una excesiva confianza en que la
aplicación de esos métodos va a producir en el alumno el aprendizaje de
aquellas conclusiones ya previamente elaboradas por los científicos.
Para ello se recurre a la combinación de exposición
y ejercicios prácticos específicos, lo que suele plasmarse en una secuencia de
actividades, muy detallada y dirigida por el profesor, que responde a procesos
de elaboración del conocimiento previamente determinados, y que puede incluso
partir de las concepciones de los alumnos con la pretensión de sustituirlas por
otras más acordes con el conocimiento científico que se persigue.
Sin embargo, junto con este “directivismo”
encontramos, a veces, otra perspectiva en la que la metodología se centra en la
actividad del alumno, con tareas muy abiertas y poco programadas que el
profesor concibe como una cierta reproducción del proceso de investigación
científica protagonizado directamente por dicho alumno.
Se da así una curiosa mezcla de contenidos
disciplinares y metodologías “activas”, que por encima de su carácter “dual”,
es decir, esa mezcla de tradición disciplinar y de activismo, encuentra cierta
coherencia en su aplicación, satisfaciendo por lo demás diversas expectativas
del profesorado y de la sociedad.
Modelo didáctico espontaneísta-activista.
Se puede considerar como “una alternativa
espontaneísta al modelo tradicional“.
En este modelo se busca como finalidad educar al
alumno imbuyéndolo de la realidad que le rodea, desde el convencimiento de que
el contenido verdaderamente importante para ser aprendido por ese alumno ha de
ser expresión de sus intereses y experiencias y se halla en el entorno en que
vive.
Esa realidad ha de ser “descubierta” por el alumno
mediante el contacto directo, realizando actividades de carácter muy abierto,
poco programadas y muy flexibles, en las que el protagonismo lo tenga el propio
alumno, a quien el profesor no le debe decir nada que él no pueda descubrir por
sí mismo.
Se considera más importante que el alumno aprenda a
observar, a buscar información, a descubrir… que el propio aprendizaje de los
contenidos supuestamente presentes en la realidad; ello se acompaña del fomento
de determinadas actitudes, como curiosidad por el entorno, cooperación en el
trabajo común, etc.
Modelos Didácticos Alternativos: Modelo Didáctico de Investigación en la Escuela..
Este modelo didáctico de carácter alternativo se
propone como finalidad educativa el “enriquecimiento del conocimiento de los
alumnos” en una dirección que conduzca hacia una visión más compleja y
crítica de la realidad, que sirva de fundamento para una participación
responsable en la misma.
Se adopta en él una visión relativa, evolutiva e
integradora del conocimiento, de forma que en la determinación del conocimiento
escolar constituye un referente importante el conocimiento disciplinar, pero
también son referentes importantes el conocimiento cotidiano, la problemática
social y ambiental y el conocimiento de grandes conceptos, procedimientos y
valores.
Este conocimiento escolar integrado puede ir
adoptando significados cada vez más complejos, desde los que estarían más
próximos a los sistemas de ideas de los alumnos hasta los que se consideran
como meta deseable para ser alcanzada mediante los procesos de enseñanza; esa
trayectoria desde formulaciones más sencillas del conocimiento escolar hasta
formulaciones más complejas es considerada como una “hipótesis general de
progresión en la construcción del conocimiento” y se halla orientada, en
todo caso, por el conocimiento metadisciplinar.
Las ideas o concepciones de los alumnos -y no sólo
sus intereses- constituyen, así, una referencia ineludible, afectando tanto a
los contenidos escolares contemplados como al proceso de construcción de los
mismos.
En este modelo, la metodología didáctica se concibe
como un proceso de “investigación escolar” , es decir, no espontáneo,
desarrollado por parte del alumno con la ayuda del profesor, lo que se
considera como el mecanismo más adecuado para favorecer la “construcción”
del conocimiento escolar propuesto; así, a partir del planteamiento de “problemas”
(de conocimiento escolar) se desarrolla una secuencia de actividades dirigida
al tratamiento de los mismos, lo que, a su vez, propicia la construcción del
conocimiento manejado en relación con dichos problemas.
En el modelo didáctico está el modelo tradicional, el modelo tecnológico, modelo alternativo y otros modelos que están para la educación de las y los alumnos y que a su ver se tiene una relación en la que el docente tiene que ver para lograr los objetivos y las competencias planificadas por el y luego ver que se cumplan para que los alumnos aprendan mejor, en el modelo tradicional se debe de eliminar lo que el docente no necesita y no debe de utilizar dentro del aula para que el alumno reciba una educación de calidad
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